Culpa al mundo, a los políticos, a los banqueros, especuladores, negociantes y vendedores, al egoismo, a la idiotez, o a la vecina del quinto.
Esta ACTITUD difícilmente te dará otra cosa que no sea más rabia y frustración.
La otra opción, pasa por asumir tu RESPONSABILIDAD.
Y ahora tocan dos pasos.
El primero, revisa ¿qué estás aportando al mundo?. Si quieres mejorar tu situación busca modos de aportar más y mejor, a más gente.
El segundo, revisa tu capacidad de recibir.
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